El poder liberador de mandar ATPC

Imagina que tienes encima una pesada mochila. De muchos kilos, que te quita energía para moverte. Que te cansa. Que te coarta tu libertad para ir de un sitio a otro. Tú no has escogido la mayor parte de su contenido, sino que lo han ido poniendo otras personas para que lo cargues tú.

Llega un día en el que te hartas de cargar con esa mochila y lo que hay dentro. Decides que hasta aquí hemos llegado, te la quitas de la espalda y exclamas ¡ATPC la mochila!

Pues eso mismo nos ocurre con cosas intangibles. En vez de una mochila nos cargan la mente y el espíritu. ¿Con qué? Con exigencias, expectativas, deseos, conveniencias y todo tipo de presiones e imposiciones. Gente que quiere que hagas algo, o lo dejes de hacer, o que pienses de una forma, o que estés de acuerdo con su ideología, o que espera que actúes en una línea concreta porque sería “lo correcto”.

Tú ya sabes a lo que me refiero.

El proceso y la filosofía ATPC ya te son familiares. Estás agobiado, te llega un instante de claridad mental en el que te preguntas que por qué tienes que aguantar todo esto, se te van las dudas y ves claramente lo que tienes que hacer: mandar ATPC todas esas presiones externas.

POR QUÉ SABER MANDAR ATPC ES UN PODER

Saber mandar ATPC a todo esto es un poder liberador porque:

• te devuelve el control sobre tus emociones,
• hace que tus deseos sean los tuyos,
• consigues que los objetivos por los que luchas sean los que tú te has puesto
• tus propios intereses pasan a un primer plano
• recuperas tu paz mental
• dejas claro a cierta gente que hay que respetarte
• en casos extremos, quitas a alguien tóxico de tu vida

Así que, ¿a qué esperas para mandar ATPC ciertas personas y situaciones y demostrar al mundo esa nueva actitud ATPC?